TORTILLA DE PATATAS SIN HUEVO

Cuando decidimos hace apenas un año poner este blog de cocina, la intención era compartir con vosotros nuestros platos, para haceros partícipe de una cocina fácil y a su vez sabrosa. Pusimos como habéis visto, un índice con varios apartados y en ellos nunca pensamos en hacer un hueco a la intolerancia alimenticia. En el transcurso del año por problemas de salud, nos vimos obligadas a cambiar la alimentación y no incluir en nuestra dieta alimentos que hasta ahora eran habituales en nuestra cocina.

En esta situación, hemos comprendido que una persona en estas circunstancias, está muy limitada habitualmente en su menú. Así que nos hemos puesto manos a la obra y no nos hemos conformado con comer siempre lo mismo y estamos indagando, buscando y probando recetas que puedan adaptarse a la intolerancia alimenticia. No podemos hacer milagros, pero vamos a poner todas las recetas que se puedan hacer para crearos un menú más variado y con ello alegraros un poco ,pues es difícil ver comer a otros lo que tú no puedes probar.

Por todo ello, la receta de hoy es tortilla de patatas sin huevo. Os aseguramos que está rica, no decimos igual que la de huevo, pero está buena y como decía nuestra madre:”a falta de pan ,buenas son tortas”.

Ingredientes:

3 patatas

Agua

30 gr de cebolla

Aceite

Sal

Pimienta molida

Preparación:

Cocemos las patatas el día antes y las metemos en el frigorífico. Al día siguiente las pelamos y partimos en trozos pequeños. En una sartén echamos la cebolla troceada y la pochamos. Vertimos la cebolla en las patatas, salamos y la pimienta molida. En una sartén no muy grande cubrimos el fondo con 3 cucharadas de aceite y volcamos las patatas. Con una espátula, vamos aplastándolas hasta que se doren por un lado y le damos la vuelta en un plato llano igual que una tortilla. Si se deshace un poco, no importa porque le damos forma con la espátula y nuevamente la echamos en la sartén hasta que esté dorada la otra parte y lista para servir. Al volcarla en el plato si se deshace, le volvemos a dar la forma pues hay que pensar que no tiene el pegue del huevo.