Los dulces que vamos hoy a preparar son pasteles tradicionales árabes. Su elaboración es algo complicada, por el hecho de que vamos a trabajar con la pasta filo. Es una pasta muy fina y se reseca fácilmente, pero con un poco de paciencia merece la pena hacer estos pasteles, están deliciosos.
Ingredientes:
2 paquetes de pasta filo.
200 gr de pistachos
200 gr de almendras
200 gr de nueces
3 cucharadas de azúcar
3 cucharadas de canela
Un paquete de mantequilla
Almíbar:
Un vaso de agua
7 cucharadas de azúcar
Cáscara de un limón
Una rama de canela
2 clavos de olor
5 cucharadas de agua de azahar
Preparación:
Derretimos la mantequilla y la vertimos en un bol. Pelamos los frutos secos, trituramos con la canela, el azúcar y reservamos.
Con un pincel, untamos la bandeja del horno de mantequilla y ponemos dos láminas de pasta filo juntas que sobresalgan por los bordes .Untamos de nuevo mantequilla y repetimos la misma operación pero esta vez una sola lámina y que no sobresalga, y así sucesivamente hasta que se acabe uno de los paquete de la pasta.
Vertimos todo el relleno. Untamos una lámina de mantequilla y cubrimos el relleno con ella. Por encima volvemos a echar mantequilla y ponemos otra capa y así hasta que se termine el segundo paquete. Cubrimos toda la superficie de mantequilla y recortamos los bordes con el cuchillo. A su vez en la bandeja antes de meterlos en el horno, marcamos las porciones. Introducimos en el horno precalentado a 200º unos 15 minutos aproximadamente. Al sacarlos, cubrimos con el almíbar que habremos hecho previamente, y una vez que se enfríen listos para servir.
Nota: si se reseca mucho la pasta, humedecemos un paño de cocina y lo ponemos por encima para trabajarla mejor. En casa nos gusta que estén estos dulces bien bañados en almíbar y ponemos el doble de la cantidad indicada, lo dejamos a vuestro gusto.
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